Por desgracia, históricamente la sociedad siempre ha marginado al factor diferencial. Ya sea por el físico, el género, el color de la piel o por la orientación sexual, todavía no es seguro escapar de la norma en la mayoría de entornos sociales. Es cierto que cada vez hay más movimientos y las nuevas generaciones quizá hayan adquirido un mayor grado de sensibilidad en este aspecto, pero todavía queda un largo camino que recorrer y es recomendable tener en cuenta algunos factores.
Son muchas personas jóvenes LGBTQ las que han vivido situaciones injustas, en muchas ocasiones incluso peligrosas, debido al entorno que les rodea. Por eso, en este artículo trataremos de dar respuesta algunas preguntas y aconsejar a este sector de la población para que aprendan a vivir de forma segura, ya sea en su vida personal u online.
Lo cierto es que en la actualidad todo este tipo de injusticias se difunden rápidamente a través de las pantallas. Esto es un arma de doble filo, ya que comunidades que se preocupan por las personas LGBTQ+ pueden pedir ayuda y manifestarse por sus derechos, pero también alienta al bando opuesto a seguir oprimiendo a las minorías marginadas. A continuación, hablaremos de ciertas actitudes y comportamientos beneficiosos para el colectivo LGTBQ, no solamente para quienes forman parte directamente de él, sino especialmente para el resto de la sociedad.
La comunicación es la base del entendimiento
En algunos casos, la falta de seguridad llega a través de la comunicación no verbal. Muchas otras veces dos posturas diferentes se podrían llegar a entender y no lo hacen, sobre todo en conversaciones difíciles sobre justicia, brutalidad policial, racismo, etc.
Los prejuicios son un veneno en este aspecto, para cualquier bando. En muchas ocasiones, personas oprimidas LGBTQ también rechazan ayuda o comprensión por el hecho de venir de una persona que a priori no parece afín a la causa. Escuchar y empatizar es clave, todos nos encontramos en un viaje de aprendizaje constante y los sentimientos personales son muy importantes para todos.
También hay que tener en cuenta que no todos tenemos las mismas reacciones emocionales a los sucesos traumáticos. Hay que saber cuándo necesitamos relacionarnos con los demás, cuando necesitamos un momento para nosotros mismos y, sobre todo, hay que aprender a pedir ayuda en momentos de auxilio y saber auxiliar a quien pida ayuda. A veces, la mano amiga es alguien que no nos esperamos.
El conocimiento es crucial para abordar conversaciones
Validar las emociones de tus compañeros es crucial para ayudarles. Es posible que estén pasando por algo que tú no comprendes y eso tampoco es malo. Incluso si no entiendes muy bien tus sentimientos, es importante que normalices las emociones. También es recomendable que no asumas que tus compañeros saben todo lo que tú conoces, ni que tú eres consciente de su experiencia.
Si quieres comprender mejor estas emociones, siempre puede ayudar que te empapes de información. Lee escritores que aborden estos temas, también a personajes influyentes, activistas… Esto es importante sobre todo si apoyas la causa desde el bando privilegiado (identidades normativas). Además, debes conocer bien tus derechos legales de cara a tu situación personal, sobre todo si tienes previsto acudir a protestas. Comparte toda la información que pueda servir de ayuda con tu círculo social y todo tipo de experiencias que puedan reforzar tu seguridad personal y la de los que te rodean. Algunas plataformas como Twitter e Instagram pueden jugar un importante papel en este aspecto, pero siempre y cuando tengas cuidado con lo que compartes.
Hay que revisarse y cuestionar los prejuicios constantemente
Nos guste o no, todos somos seres humanos e inevitablemente desarrollamos prejuicios basados en nuestra propia experiencia. Desde el punto de vista LGTBQ también es importante aceptarse a uno mismo o una misma, y tratar de entender a las personas que no te entienden. Para afrontar la vida con mayor seguridad, es fundamental que seamos conscientes de los prejuicios en general y los cuestionemos constantemente para construir un mundo libre de discriminación.
Por supuesto, también es necesaria la protesta y la reivindicación para conseguir el cambio, aunque hay que hacerlo desde una posición de empatía siempre. Dicho esto, es importante tener en cuenta que existen ciertos riesgos potenciales a la hora de marchar y protestar.
No olvides considerar estrategias para mantenerte físicamente seguro durante protestas, rodearte de personas de confianza y pensar en contactos para casos de emergencia. Por lo general, las manifestaciones y protestas actuales tratan de ser pacíficas en el país, pero desgraciadamente es importante tener en cuenta estas adversidades, no solo físicas sino también legales.
En resumidas cuentas, estos consejos se pueden resumir en tener una actitud de escucha y empatía y, sobre todo, de seguridad en uno o una misma. Hay que saber con quién relacionarnos, pero también estar abiertos a conocer gente nueva libres de prejuicios.